lunes, 15 de abril de 2013

El Coltán:

En Venezuela hay una gigantesca reserva de Coltán, un mineral altamente conductor usado en tecnología, estaría valorada en 100.000 millones de dólares. El Coltán tiene precios en el mercado internacional superiores incluso al oro y al diamante.
El Coltán es un mineral altamente conductor utilizado en la industria de los teléfonos celulares, computadora y otros equipos electrónicos, así como también en la fabricación de misiles, fabricación de motores con componentes electrónicos, en la aviación, satélites y protección en plantas nucleares.




Al Coltán le extraen entre otros: tantalio y niobio, con el que se hacen condensadores y chips indispensables para teléfonos celulares, computadores, iPod, mp3, GPS, juegos de consolas, satélites, armas teledirigidas, centrales atómicas y trenes magnéticos de alta velocidad. Es un metal de transición muy resistente a la corrosión e inerte, por lo cual es muy valorado como sustituto del platino en la instrumentación. Sin embargo su “boom” llegó con el teléfono móvil. Se utiliza también en súper aleaciones empleadas en las turbinas de los aviones o los reactores nucleares, así como para recubrir prótesis humanas. Se trata de un metal imprescindible para la tecnología moderna.


                                 
El mineral Coltán, es el causante de conflictos bélicos, ha cobrado la vida de cuatro millones de personas desde 1997. En las montañas del parque Nacional Kakuzi Biega, han acabado con la vida de cientos de gorilas, perdiéndose para siempre poblaciones muy importantes para la supervivencia de este simio en peligro de extinción. 
Mercenarios extranjeros han alimentado las llamadas guerras tribales con enfrentamientos entre su propia población y etnias, donde le es cambiado armas por el preciado metal. En el año 2001 la ONU había enviado a la zona un grupo de expertos. Los informes por ellos elaborados proponían para acabar con la guerra la declaración de un embargo en la zona tanto de armas como de las importaciones y exportación de oro, diamante y Coltán sobre los países invasores. Proponían sancionar tanto a los países como a las empresas que incumplieran con el embargo. Sugería una congelación de los activos financieros de los movimientos rebeldes y sus líderes y que estableciera un proceso de certificación de origen del diamante, oro y Coltán.
                            
Los innumerables informes de diversas ONG o de la propia ONU que iban saliendo a la luz, y que acusaban a Ruanda y Uganda del expolio de las riquezas minerales del Congo, permitieron una cierta presión internacional y el establecimiento de listas negras de empresas que operaban en la zona. Así 34 empresas fueron acusadas de importar Coltán y casitería y se consiguió que la compañía aérea belga Sabena suspendiese el transporte del mineral que realizaba desde Kigali (capital de Ruanda) a Bruselas.  Sin embargo, otras rutas alternativas siguieron funcionando, y un considerable porcentaje de coltán congoleño siguió saliendo al mercado camuflado como procedente de Brasil o Tailandia.   
Según el gobierno venezolano, el kilo de Coltán se comercializa a 500 dólares y es extraído ilegalmente desde hace unos seis años en las llanuras y territorios selváticos de los estados de Bolívar y Amazonía,  en el sur del país.




Mientras Venezuela militarizó sus yacimientos, en Colombia están a merced de contrabandistas de la Vorágine, y está a punto de comenzar algo semejante al Congo. Además de la forma rápida como la última gran reserva de tierra del mundo está empezando a ser comprada, colonizada y modificada, las evidencias de yacimientos de Coltán en la Orinoquía, especialmente en vichada, Guainía y Vaupés, han generado una ola de comerciantes, especuladores y grupos armados alrededor de un negocio que  sólo este año podría mover más de 40 millones de dólares.

El oro azul, el petróleo del barro o el nuevo maná. El 80%de las reservas está en el Congo, y el resto estarían repartidas en Australia, Brasil, China y, últimamente, Venezuela, Bolivia y Colombia.

La Comunidad Internacional debe adquirir un Código de Conducta para impedir el comercio de minerales ilegalmente, y con la consecuencia de la destrucción del hábitat, provenga de regiones en conflicto y donde no se respete el fundamental derecho: la vida. No se debe de permitir que estos recursos sean extraídos de países pobres donde el hambre, conflictos bélicos, dictaduras, explotación humana y destrucción de recursos naturales sea la norma, ya que el dinero obtenido solo beneficiará a los mandatarios de turno y su pueblo seguirá pasando hambre y miedo de vivir.

1 comentario :

  1. Está bien, me gustaría saber tu opinión porque el último párrafo está muy bien, pero es de la página
    http://es.globedia.com/coltan-mineral-muerte, así que no vale. Pablo 6

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