Al Coltán le
extraen entre otros: tantalio y niobio, con el que se hacen condensadores y
chips indispensables para teléfonos celulares, computadores, iPod, mp3, GPS,
juegos de consolas, satélites, armas teledirigidas, centrales atómicas y trenes
magnéticos de alta velocidad. Es un metal de transición muy resistente a la
corrosión e inerte, por lo cual es muy valorado como sustituto del platino en
la instrumentación. Sin embargo su “boom” llegó con el teléfono móvil. Se utiliza
también en súper aleaciones empleadas en las turbinas de los aviones o los
reactores nucleares, así como para recubrir prótesis humanas. Se trata de un
metal imprescindible para la tecnología moderna.
El mineral
Coltán, es el causante de conflictos bélicos, ha cobrado la vida de cuatro
millones de personas desde 1997. En las montañas del parque Nacional Kakuzi
Biega, han acabado con la vida de cientos de gorilas, perdiéndose para siempre
poblaciones muy importantes para la supervivencia de este simio en peligro de
extinción.
Mercenarios
extranjeros han alimentado las llamadas guerras tribales con enfrentamientos
entre su propia población y etnias, donde le es cambiado armas por el preciado
metal. En el año 2001 la ONU había enviado a la zona un grupo de expertos. Los informes por ellos elaborados proponían para acabar con la guerra la declaración de un embargo en la zona tanto de armas como de las importaciones y exportación de oro, diamante y Coltán sobre los países invasores. Proponían sancionar tanto a los países como a las empresas que incumplieran con el embargo. Sugería una congelación de los activos financieros de los movimientos rebeldes y sus líderes y que estableciera un proceso de certificación de origen del diamante, oro y Coltán.
Los innumerables informes de diversas ONG o de la
propia ONU que iban saliendo a la luz, y que acusaban a Ruanda y Uganda del
expolio de las riquezas minerales del Congo, permitieron una cierta presión
internacional y el establecimiento de listas negras de empresas que operaban en
la zona. Así 34 empresas fueron acusadas de importar Coltán y casitería y se
consiguió que la compañía aérea belga Sabena suspendiese el transporte del
mineral que realizaba desde Kigali (capital de Ruanda) a Bruselas. Sin
embargo, otras rutas alternativas siguieron funcionando, y un considerable
porcentaje de coltán congoleño siguió saliendo al mercado camuflado como
procedente de Brasil o Tailandia.
Según el
gobierno venezolano, el kilo de Coltán se comercializa a 500 dólares y es
extraído ilegalmente desde hace unos seis años en las llanuras y territorios
selváticos de los estados de Bolívar y Amazonía, en el sur del país.
Mientras
Venezuela militarizó sus yacimientos, en Colombia están a merced de
contrabandistas de la Vorágine, y está a punto de comenzar algo semejante al
Congo. Además de la forma rápida como la última gran reserva de tierra del
mundo está empezando a ser comprada, colonizada y modificada, las evidencias de
yacimientos de Coltán en la Orinoquía, especialmente en vichada, Guainía y
Vaupés, han generado una ola de comerciantes, especuladores y grupos armados
alrededor de un negocio que sólo este año podría mover más de 40 millones
de dólares.
Está bien, me gustaría saber tu opinión porque el último párrafo está muy bien, pero es de la página
ResponderEliminarhttp://es.globedia.com/coltan-mineral-muerte, así que no vale. Pablo 6